idioma: Espanhol
Conhecimento de línguas: Falante nativo, Competência, Avançado
Había una vez un niño llamado Tomás que vivía en México, el amaba jugar fútbol, pero su familia le impidió jugar, debido a que su tío había muerto años atrás a causa de una lesión que recibió mientras jugaba fútbol, por esta razón, Tomás jugaba en secreto. Un día, un entrenador muy importante vió jugar a Tomás y le ofreció ir a Alemania para una prueba con un equipo, y él aceptó, partió de México y voló en secreto a Alemania. Horas más tarde la madre de Tomás estaba muy preocupada cuando no regresó, ella llamó a la policía, finalmente la policía, preguntó a los amigos de Tomás y uno de ellos le dijo que Tomás había partido. Su Madre partió a Alemania, llegó a la cancha, ella estaba muy enojada con su hijo, quiso llegar hasta donde su hijo jugaba para llevárselo, en ese instante, un entrenador la detuvo y le mostró a su hijo, le mostró cómo jugaba, ¡era muy bueno! Entonces la madre entendió que eso era lo más importante para Tomás y lo dejó jugar, cuando Tomás terminó, vió a su madre y corrió a abrazarla y ambos lloraron de alegría.
Habia una vez un niño llamado Thomas (Está bien si es un nombre en inglés, pero en español es Tomás), que vivía en México y al cual le gustaba mucho jugar al fútbol, pero dado que su tío había muerto por una falta (¿herida? ) que recibió en el cuello, la familia de Thomas le impidió jugar al fútbol (mejor evitar la repetición: se lo impidió) y entonces él jugaba en secreto. Un día, un entrenador muy importante lo vio jugar y lo quiso en Alemania para una prueba con un equipo. Él aceptó, partió de México y voló en secreto a Alemania. Pocas horas después, su madre estaba muy preocupada y entonces, no viéndolo regresar, llamó a la policía. Finalmente, la policía buscó un amigo de Thomas que le dijio que había partido. Pocas horas despues su madre partió a Alemania y muy enojada llegó a la cancha, ella estaba muy enojada con su hijo, y luego corrió a él para regañarle, pero un entrenador se detuvo y le mostró cómo jugaba Thomas ¡Era muy bueno! Entonces la madre entendió que eso era lo más importante para él y lo dejó jugar, cuando Thomas terminó vio a su madre y corrió a abrazarla y ambos lloraron de alegría.